1 ene 2013

Coexistencia pacífica

La coexistencia pacífica es un término del acuerdo propuesto por el dirigente soviético de la URSS, Nikita Kruschev como un término de política internacional para referirse a las relaciones entre la Unión Soviética y los Estados unidos (Bloque Oriental y Bloque Occidental) durante la Guerra Fría.
Básicamente, dicho acuerdo consistía en decir:
Hola, Bloque Occidental. Entiendo que tenemos nuestras diferencias, pero si acordamos no matarnos por ello sería genial.
       Con amor, Bloque Oriental.    
 Hola, personas.

El motivo por el cual mencioné ese pedazo de historia es porque precisamente quiero hablar sobre eso en nuestra vida diaria: coexistencia pacífica.



Como seres sociales que somos, dialogamos con nuestros semejantes y nos damos cuenta de quiénes tienen ideas similares a las nuestras, quiénes son diferentes, e incluso a quienes detestamos o no son de nuestro agrado; todo ello debido a la hermosa diversidad de ideologías, religiones, filosofías, gustos, actitudes y demás factores que nos definen como personas.

El problema radica en los choques diarios de las diferencias entre nosotros. Todos tenemos diferentes modos de pensar y actuar y a menudo eso genera conflictos. Voy a poner como ejemplo la pelea milenaria entre ateos y creyentes; sólo para ilustrar de manera sencilla qué tan irracionales podemos llegar a ser los seres humanos.

Pensaba poner un screenshot de una discusión en línea, pero esto es hilarante.
Verán, el conflicto entre ateos y cristianos (y con cristianos me estoy refiriendo a todas las religiones que tengan a Jesucristo como salvador/Dios/Mesías/losientonosédeestascosas) es tan largo, infinito y absurdo como puede ser la idea de crear un blog en línea sin tener la más mínima idea de conocimientos web y... Oh wait.

Donde sea que las vean, las discusiones son así:

  1. Un cristiano común y corriente usa la palabra "Dios" en una oración. No importa lo que diga, si no, que utilizó su nombre. Tan simple como eso.
  2. Un ateo militante (de esos que ni siquiera pueden aguantar estar cerca de una iglesia sin quejarse) comienza con el argumento clave para iniciar el conflicto: "Dios no existe".
  3. A partir de aquí, si ambas partes proceden a defender su ideología, inicia una larga, larga discusión llena de argumentos bobos y sin sentido (por ambas partes).
Y es que admitámoslo: ninguno de los dos está dispuesto a cambiar su postura y se mantendrán hasta la muerte en su posición sin siquiera mover un dedo. Eso no es un debate, mucho menos una discusión: es una pelea. Como último comentario sobre este tema en particular (ateos vs cristianos) citaré una frase que escuché en algún lugar: "Los creyentes creen en Dios, los ateos no. Los idiotas se ponen a discutir al respecto".

A lo que quiero llegar con todo esto es, ¿no podemos coexistir pacíficamente? Vamos, el mundo está lleno de miles de millones de personas distintas, al menos la mitad de ellas opuesta a ti en algún sentido. ¿Necesitas acaso pelear o discutir con cada uno por cosas sin importancia? Hakuna matata, hermanos.

Tan simple como vivir y dejar vivir... ¿Y qué si al otro le gusta el equipo de fútbol contrario al tuyo? ¿Y qué si le gusta un género musical distinto al tuyo? ¿Y qué si le gusta usar ropa oscura, o de colores extravagantes?

Pregúntate a ti mism@: ¿Me afecta a mi directamente? ¿Supone una amenaza su forma de vestir/actuar/pensar? ¿Me importa?

Sólo eso.

Paz, hermanos. Paz.

~Saludos!

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