Olvidemos a Zarathustra, a Nietzsche, a Morrison, Quitely, Byrne, Siegel y Shuster. Tras las más que odiada Superman Returns, cortesía de un nostalgico Singer al concepto creado por las películas de Reeve, el último hijo de Kripton necesitaba un reinicio, cabe aclarar que cinematografíco; Superman al ser parte de la cultura pop tiene un origen más conocido que el carpintero zombie de Jerusalen. ¿Había necesidad de reiniciarlo? monetariamente hablando, o hablando de la razón que mueve al mundo; Sí, si había razón. En los últimos años Marvel comics ha estado pateandole el culo por todo el campo a WB/DC al explotar de una forma maestra personajes de clase B, -¿Alguien daba un pepino por Iron Man antes del 2008?- y convertirlos en una batuta a seguir por parte de los estudios que aun tuvieran a personajes de mallas y capas bajo su poder.
Man of Steel, es una película de inicios igual que fue Batman Begins hace ya ocho años, se nos introduce a un individuo en el que no es lo que sabemos que llegará a ser, ni tampoco es aquel individuo del que nacera el segundo. Una persona en medio de dos identidades. Man of Steel es una película que irás a ver, digan lo que te digan, y eso es bueno, porque es una película que necesitas ver no que te cuenten.
La decisión de un director como Zack Snyder, alguien que tiene sentido de lo GRANDE de lo ÉPICO, venía como anillo al dedo al reinicio del hijo de Kripton, y esto se puede ver en las escenas de acción, que son un dulce para el ojo que nisiquiera el concepto de varios heroes en un mismo sitio como lo fue The Avengers, puede equiparar, las escenas de las peleas son un deleite para todo primate que tenemos en nuestro subconsciente, ese primate que destruye esqueletos cual personaje de Kubrick.
No hablo del aspecto técnico, que ya mencioné que la acción es más allá de una escala épica. Como una historia de origen; Clark es críado de manera pacifista por su super norteamericano padre Kevin Costner, aun así él sentía en sus genes que algo lo llamaba, tal vez porque en él llevaba la sangre de un loco que se aventaba de edificios y montaba bestias prestadas de Avatar. Pero después aparece el general Zod, un villano que SI tiene un motivo, aunque este motivo sea un macguffin para la creación del idolo de millones, pero en un punto de la película la idea de ver a un chico convertirse en Superman es sustituida por gente fortachona golpeando gente fortachona por la última hora de la película. El mayor problema con la película es la falta de drama y dialogo que existe en ella, sustituida por un sentido de destrucción.
Break numero uno (y el único) del Review.
Manuel te reta a que recuerdes una linea de la película que valga la pena rescatar; tienes 60 segundos.
¿Lo ves?, David S. Goyer no se molesta en construir una historia empatica, claro que nunca podremos saber que se siente ser una alienigena, pero el carisma es algo que si pudo haber construído y es algo de lo que carece esta película. Alguien apuntaba por ahí, que esta película necesitaba un jodido tornado para causar el mismo efecto que pudo haber causado algo tan simple como un paro cardiaco, mejor analogía imposible. La mayor dosis de drama que puede recibir esta película son unas pocas lineas dichas por Gladiador y el Papá granjero. ¿Superman? hizo su mejor intento, no es su culpa sino del mismo guión que solo llena de dialogos vacuos las bocas de los actores para llegar a otra escena y asi crear una cadena que desembocará en una serie de puñetazos. Tal vez este Superman no tenga aquella falta de moral de la que tiene de sobra el nuevo Peter Parker (Sí, te veo a ti Amazing Spiderman), pero se acerca, y es nuestro reflejo de ello. Tal vez ver en modo ninja a Antje Traue no te deje verlo, pero la falta de moral alguien como Superman te hace cuestionar, ¿Es este el Superman que esta sociedad necesita?. Tomemos el ejemplo que después todos verán, y es la indiferencia por parte de Clark ante la muerte de miles de personas; esto en la primera pelea en la que sientes que pudo haber hecho más que un "Refugiense"; algo como huir de ese puto lugar y alejarse de zonas pobladas, para disminuir la menor cantidad de daños colaterales causado por sus super amigos. Es una película donde la única opción de que existe Superman es que un tipo este apuntando con un arma al mundo, donde el concepto del Superhombre ha sido modificado, lo que conlleva a la escena final donde muchos la verán con naturalidad, gracias por nada Steve Jobs.
Spoilers fuertes a continuación.
Si a Superman no le importó un la muerte de miles de personas, ¿como podemos comprar la escena en la que tiene que decidir entre una familia y la vida del general Zod? ¿Como podemos creer que Superman no tenía otra elección? ¿Como podemos comprar la idea de un hombre que es capaz de matar?. Y es que al final del día superman es todo lo que queremos ser, es el pinaculo del deseo de ser mejores, él es el hombre del mañana, y matar no es una opción, ni siquiera es la última de la lista, siempre habrá algo más, y esa es la razón por la que Superman sigue existiendo, porque siempre habrá algo mejor.
Tal vez el concepto de no matar parezca un poco burdo o campirano para una sociedad que se ha acostumbrado a la violencia, ¡carajo, pasan zombies siendo aniquilados en horario estelar!.
"¿Qué habrías hecho tu?" es la pregunta que surge ante la cuestión de tal dificil decisión; a lo que Mark Waid responde de forma maestra: "No quiere que Superman sea como yo quiero que todos seamos más como Superman".
No me malentiendan es una película entretenida, pero muy vacua, pasarás muy buen rato, pero la olvidarás en cuanto sepas que no hay mostaza en tu refrigerador, más que una mala película es una decepcionante, y la verdad ya tuve mucha decepción con Star Trek Into Darkness, una más en un mismo verano y me iré a hibernar. Zack Snyder nos demuestra que no es alguien perdido, que tiene sentido de narrativa y que hay talento, solo que la falta de drama hace morir esta historia, que hay violencia porque "las otras películas carecian de ella". Y aunque falla y por mucho, y decepciona bastante, aun así: creerás que el hombre puede volar.
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